La aparición de los embutidos se remonta muchísimos años atrás y surge por la necesidad que, en la antigüedad, se tenía para conservar la carne durante mucho más tiempo. Hoy en día, gracias a las neveras y congeladores, ya no es necesario recurrir a los embutido para su conservación, hoy lo hacemos por puro placer.
Desde los inicios de nuestra carnicería, hemos apostado por la elaboración de nuestros propios embutidos manteniendo intacta la manera con al que nuestros abuelos, la primera generación de carniceros en nuestra familia, elaboraban nuestros embutidos caseras. El secreto siempre ha sido el mismo, utilizar las mejores materias primas y conservar la misma ilusión que en los inicios.